Es de conocimiento común que las personas que se han atrevido a crear secuelas de películas consideradas de “culto”, no terminan bien en su mayoría. Es por ello, que Blade Runner 2049 es una hazaña de inmensa magnitud.
La película se retoma treinta años después de los eventos de la primera de Blade Runner. El policía K, interpretado por Ryan Gosling, descubre un secreto que podría desencadenar un caos en la sociedad. Las pistas, lo dirigen a buscar al retirado policía Rick Deckard (Harrison Ford), a quien se le ha perdido el contacto por treinta años.
El director de la película es Dennis Villeneuve, conocido por Incendies, Sicario y la última Arrival. La dirección de Villeneuve, el trabajo de fotografía de Roger Deakins es exquisito. Junto con la dirección de arte, son realmente de ensueño.
El guion que estructura el largometraje logra crear una historia sin hoyos de trama. Cada personaje, cada diálogo, actuación están logradas de una manera muy meticulosa. No es por nada que su duración de 2 horas con 40 minutos logran a cabalidad recrear el espacio distópico de Los Ángeles, que tanto nos encantó en la original Blade Runner.
El pasado y el futuro, “ser más humanos que los humanos”, qué es real y quién lo decide, son elementos que se exploran y experimentan con más detalle en esta segunda entrega. La gran química entre Gosling y Ford, logran entregarle una complejidad que pocas veces se ha visto en el cine. Sin olvidar la mención de honor a Jared Leto en su papel de villano o nuevo, Tyrell.
Volviendo al guion, otro gran mérito que posee es poder conectar ambas obras con una diferencia de 35 años. Crear una nueva historia, respondiendo grandes dudas de la anterior al mismo tiempo que inventa un relato inédito; es simplemente deslumbrante.
El impacto de la posproducción de color genera una ambientación soberbia, placentera de observar. Se rompe esa concepción del género de ciencia ficción, que supone que lo que más asombra son los efectos especiales, cuando realidad puede poseer una fotografía espectacular que se encuentre a la par con los avances tecnológicos.
Extrañé el genial score de la primera de Blade Runner, pero como son historias diferentes, merecen distintos tratos. Esta vez fue Hans Zimmer quien le entrega una sobriedad y trascendencia a la película, dándole un matiz más maduro y serio que la anterior.
Creo que para los amantes de la ciencia ficción, la saga Blade Runner, tanto sus películas como cortos de entremedio, son material clave para comprender esta configuración de un futuro, quizás no tan lejano a nosotros. 35 años de espera que valieron totalmente la pena.
Vayan a verla, aunque también les recomiendo ver la antigua, los cortos, todo para tener una comprensión más fresca al momento de ver Blade Runner 2049.
Por Constanza Lobos
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