En un país donde la clase política al parecer olvidó a los mártires que lucharon por los ideales y la utopía de lograr una sociedad mejor, es que llega Los niños de la rebelión, el nuevo libro de Mauricio Weibel Barahona, cuya trama se centra en el movimiento estudiantil y la lucha que emprendieron en contra de la municipalización, proyecto que comenzó a germinar a mediados de la dictadura.
Mauricio Weibel recorre la última década de la dictadura, en la que la CNI y DINA vigilaban constantemente a profesores y estudiantes y se entrometía en el Ministerio de Educación para identificar a los opositores del gobierno, desencadenando la tortura y el asesinato. Al mismo tiempo, se nos muestra la maquinación de leyes como la LOCE, y la municipalización de los establecimientos educacionales, como parte de un plan nocivo para la educación del país, del cual aún somos víctimas. A su vez, vemos cómo el movimiento estudiantil de ese entonces marcó un precedente para lo que fue la importante Revolución Pingüina del año 2006 y 2011.

Así, este libro nos invita a conocer no sólo el plan de algunos sujetos que apoyaron e idearon los sistemas con los cuales convivimos hoy en día, que tenían con la educación chilena; sino que también es posible conocer la historia detrás del movimiento estudiantil y la unión que lograron en ese entonces, para transformarse en un escuadrón consolidado de jóvenes que, en pie de guerra, defendieron la educación pública del país. Y es precisamente esto lo que hace interesante a esta crónica, pues se conjugan las historias de lo que ocurrió en esos años con la educación, el panorama político de aquel entonces, el trabajo y lucha del movimiento estudiantil y además la particularidad de cada uno de los protagonistas de esta historia.
Así como la canción de Los Prisioneros “La voz de los 80” resalta en su estribillo: "Ya viene la fuerza, la voz de los 80", estos jóvenes, estos niños de la rebelión se transformaron en la voz de un siglo XX que estaba agonizando y que fue espectador de la destrucción de la educación de miles de jóvenes y de futuras generaciones. La voz de estos jóvenes es un eco del pasado, pero que a través de la memoria es posible volver a oír claramente, pues en ellos se reflejan los sueños de quiénes participamos, ya sea como protagonistas o espectadores, de los movimientos estudiantiles del siglo XXI que vinieron a cuestionar lo establecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario