[Reseña libro] Cantando aprendo a hablar: El cumpleaños de Barrigón y Caulimón encuentra el mapa del tesoro

“¡Magda, te tengo un regalo!”. Mi sobrina de tres años se emocionó aún sin saber de qué se trataba. “¡Son dos libros!”. Antes de los seis, libro todavía es una palabra abstracta para los niños (antes de que los compañeritos del colegio les digan que son “fomes” y sucumban varios ante la modorra intelectual), pero muy alegre si está al lado, cerca o siquiera relacionada con la palabra “regalo”.

Le sacamos el plástico que lo cubría y apareció Caulimón: un zorrito monocolor con ojos redondos y negros. Caulimón encontró el mapa del tesoro. “Ya los conoce. ¿Magda, te acuerdas de la canción?” dijo mi prima, afortunada madre de una cosita rubia que empezó a revisar las páginas coloridas con afán. Empezó a cantar “au au au”. Sí, estaba familiarizada con los divertidos, con efectos, sonoros, con colores videos de Cantando aprendo a hablar, un canal de youtube con videos educativos para niños.

Lo que Magda tenía en sus manos y que empezó a “leer” con alegría son las dos nuevas publicaciones de Cantando aprendo a hablar .Un par de libros breves de unos 20 x 20 con bonitas imágenes de plana entera que ayudan a identificar colores y que, en pocas oraciones, guían a los padres en los ejercicios vocales. Leyendo, aprenden a hablar. Son dos El cumpleaños de Barrigón y Caulimón encuentra el mapa del tesoro. 

Agarramos un libro y empezó “¿Cómo suena el trote de un caballo?”. El desafío era poner la lengua en el paladar y dejarla caer para hacer un galope. “¿Cuáles globos son verdes?” en el Cumpleaños de Barrigón. Y así, ejercicios vocales, de reconocimiento que mantuvieron su atención por casi cuarenta minutos. No poco, considerando la volátil imaginación de los niños y su efímera concentración.

Los abrazó, los hojeó, nos enseñó el mapa, nos mostró a Barrigón. Bailó con los libros, nos pidió leerle más. Prueba aprobada: A Magda le encantaron. 

¿Por qué comprarlos? Porque son muy bonitos y útiles. Los gráficos son simples, grandes, coloridos, alegres. Fáciles de digerir para un niño. Además, los ejercicios fonéticos pasan desapercibidos: es divertido practicar. Por último, son recomendación de Magda (y los niños no mienten).

Por Adriana Villamizar