Hace años que existe el estereotipo de que los latinos son apasionados, buenos amantes, intensos, mucho más que cualquier “gringo”. Bajo esa premisa, la nueva película de esta semana es Cómo ser un Latin Lover. La cinta está protagonizada por Eugenio Derbez (No se aceptan devoluciones) y Salma Hayek (Frida), junto al pequeño actor Raphael Alejandro.
Derbez, es Máximo, un gigoló que desde pequeño se prometió nunca trabajar y casarse con mujeres de avanzada edad y claro, millonarias. Todo para no trabajar y ser mantenido. Siendo joven, aprovechó de su físico y edad para conquistar a una mujer que calzaba con sus anhelos. Dos décadas después, su vida da un vuelco de 180° y termina en la calle, pidiendo ayuda a la hermana (Hayek) que nunca contactó ni visitó.
Es su hermana Sara, quien le abre las puertas a algo más que a su casa y Hugo, su hijo. Porque son personas sencillas y de esfuerzo, a diferencia de nuestro protagonista. La trama se concentrará en cómo Máximo manejará el conflicto de interno de cambiar o no, sus formas antiguas de ser, alguien egoísta y preocupado por su propio bienestar a alguien que tiene familia y se preocupa por otros.
Los toques de humor de la película son sencillos, sacan risas fáciles, pero también juega muy bien con la inocencia infantil de Hugo y sus ansías de ser un Latin lover para poder conquistar a una compañera de curso. Por momentos, Máximo intentará enseñar a Hugo como ser un galán, pero se topará con naturales cuestionamientos de alguien que no tiene la misma visión de amor que él.
La película juega bien con los diálogos de doble sentido y lo que es ser alguien que se humillaría no solo así mismo, sino que a su familia con tal de conseguirse una nueva mujer que lo mantenga. Y claro, como en toda comedia y drama, es interesante ver cómo lucha contra las inevitables consecuencias de sus acciones.
También posee muchos momentos familiares, que a más de alguno se le apretará un poco el corazón. Con una gran reinterpretación de la famosa canción “El triste”, del artista José José, por parte de Derbez y Hayek.
Es una película sencilla, que con humor y escenas que ya se han visto muchas veces, logra cumplir con lo que se espera de una película de este tipo. Y se agradece la gran química entre sus protagonistas, que por momentos pareciera que en la realidad si son una familia única contándonos su historia.
Por Constanza Lobos
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