[Reseña libro] La ciencia pop de Gabriel León: Un interesante viaje hacia lo científico

¿Por qué los tomates lindos son desabridos? ¿Qué tienen que ver las palomas con los misiles y las guerras? ¿Se puede afirmar que las fresas son chilenas? Estas preguntas y muchas más son contestadas, en 25 rápidos y concisos relatos. Donde pocas veces se ha descrito lo que hay detrás de la ciencia, sea el lado B, C, D, etc.

Esta propuesta es por Gabriel León, quien es bioquímico y doctor en Biología Celular y Molecular de la Universidad Católica. En el prólogo del libro, León cuenta que, acumulando historias y anécdotas interesantes de la ciencia, no muchas conocidas en la actualidad, hizo una colección de relatos dignos de contar.

Lo cual puede resumirse en una frase: “Poco a poco esta colección de historias fue convirtiéndose en una gran historia, aquellas sobre los resultados externos y no presentes en la investigación científica. En un “paper entretenido” que todos quisieran y pudieran leer”. Y quiero destacar la portada del libro, es muy llamativa y refleja bien el aspecto “pop” que busca León. 

Este libro, hace uso de la desconocida faceta anecdótica de la ciencia, tanto en descubrimientos como en preguntas que uno se ha hecho pero que nunca ha podido contestar. Como, por ejemplo, el caso de los tomates que hay en el supermercado, el por qué no tienen mucho sabor, pero se ven rojos. León usa normalmente de 3 a 4 páginas para contar cada nueva historia. 

La diversidad de personas, lugares, motivos, hacen que sea un libro muy completo en lo que respecta a la calidad de historias. Desde la viruela a un espía que lleva frutillas desde Chile a España, en el siglo XVIII. No quiero dar mucho spoiler, como dije anteriormente son relatos de 3-4 páginas que fácilmente podría describir acá.

Corre el año 1978, el último caso de viruela registrado fue hace casi un año atrás en Somalia. Repentinamente, la inglesa Janet Parker, fotógrafa médica sufre los mismos síntomas de la viruela. Parker nunca viajó fuera del Reino Unido y muere a un mes de sentirse enferma. ¿Cómo se contagió? ¿Una enfermedad que se consideraba ya erradicada no lo estuvo nunca? ¿Hay algún culpable? ¿En qué ayudó su muerte? Estas y más preguntas, son las que los títulos de cada relato provocarán en la mente del lector. 

Solo para dejarlos con curiosidad, entre los nombres de las anécdotas estos son algunos: “Oro Blanco”, “El Niño #11”, “Un yogur para editar el genoma”, “El cartero y la palta Hass”. Si quieren tener la historia interesante para el almuerzo familiar del domingo, leer este libro los dejará como el centro de mesa.

Por Constanza Lobos