Si hay algo que podemos decir del cine chileno, más allá de si sus obras nos gustan o no, es que cada cierto tiempo existe una gran película que da mucho de qué hablar. Filmes como Machucha, El Club, No y Gloria son los ejemplos más recurrentes. Este 2017 no me cabe la menor duda que la gran candidata será Una Mujer Fantástica, película dirigida y coescrita por Sebastián Lelio quien también fue director de Gloria y que ya acumula su segundo Oso de Plata del Festival de Cine de Berlín por estas dos obras.
Una Mujer Fantástica nos cuenta la historia de Marina (Daniela Vega), una mujer transgénero y las dificultades a las que debe enfrentarse tras la muerte de su pareja, Orlando (Francisco Reyes), cuya familia no ve con buenos ojos ni a ella ni a la relación que ambos tenían, debido a su propia condición de género.
Me permitiré la licencia de partir diciendo que Una Mujer Fantástica ha sido una de las mejores películas de cine nacional que he visto en muchísimo tiempo, y lo más impresionante de todo es que lo logró con una historia muy actual, en contraste con películas que se valen del periodo de la dictadura militar para crear buenas historias. Además, es fascinante la manera que tiene de mostrar ese Santiago más íntimo, más personal, con una fotografía que no necesita mostrarnos los puntos más atractivos de la ciudad para encantarnos, lo único que necesita es a la ciudad en su estado más puro y natural. Estos elementos visuales hacen un apoyo fenomenal a una historia que de por sí ya es inmensamente atractiva, y no sólo por el trasfondo de identidad y sexualidad que tiene, sino por la manera en que no depende de estos para mantener nuestra total atención durante el transcurso de la película. Dicho esto, el ingrediente final que hace que este filme sea una obra tan instantáneamente trascendental es el increíble trabajo de su protagonista, Daniela Vega. Muy similar a lo que ocurre con Cate Blanchett en Blue Jasmine, la película sustenta todo su peso dramático en el personaje principal, y Daniela Vega nos demuestra claramente que logra acarrear y manejar todo ese peso de manera espectacular. Definitivamente una de las mejores actuaciones de las que he sido testigo.
En vista y consideración de lo que he comentado, creo que no les quedará duda alguna de que es una obra de cine chileno que sí o sí deben ver. Una dirección impecable, una fotografía soberbia, una historia cautivante y actuaciones de lujo son los elementos que nuestro cine necesita para llegar a lo más alto, y Una Mujer Fantástica los posee con plenitud. No se arrepentirán, les doy mi palabra.
Por José A. Pino
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